Sara escribió en www.brahmakumaris.info:
“Hola, llegué por primera vez a Brahma Kumaris el verano pasado. Yo estaba teniendo algunos problemas con mi marido y mi familia. El centro BKWSU al que asistí era dirigido por tres personas encantadoras – voy a llamarlos 'Mike', 'Jane' y 'Sue'-. Me encantó la meditación y los diversos talleres.
Durante el curso de Raja Yoga encontré el concepto del “ciclo” muy difícil, pero con el tiempo lo acepté. Siempre me interesó el budismo así que preferí concentrarme en las enseñanzas básicas y ponerlas en mi vida práctica. Mi problema era que yo necesitaba experimentar a Dios personalmente y encontré que las herramientas del raja yoga me ayudaron mucho. Mi experiencia fue increíble y poco a poco mi vida parecía mejorar, tuve un acercamiento a Dios y mis relaciones parecían estar mejor.
Realmente nunca me pregunté por qué cada vez que regresaba a casa tenía unas discusiones terribles con mi marido. Empecé a verlo bajo una luz diferente, es decir, él era impuro, no tenía mi vibración, etc., etc., Poco a poco me volví contra él y pasaba la mayor parte de mi tiempo con mis nuevos amigos. Hasta el momento teníamos un intenso debate y comencé a sentir que si realmente iba a ser yo misma tendría que dejar a John, mi marido. Finalmente lo hice y me mudé a un departamento de la misma calle, literalmente, al lado del centro. Mi familia se molestó pero yo les dije que necesitaba espacio para volver a evaluar mi vida. Yo nunca había pensado quedarme allí para siempre honestamente.
Yo amaba a mi marido y no quería renunciar a él. El estrés de tratar de mantener contentos a ambas partes y evitar el daño que podría causar, eventualmente me llevó a tener una crisis. Estaba sin trabajo, me resultaba prácticamente imposible levantarme por la mañana o incluso poner un pie al lado del otro. Mike, Jane y Sue eran increíbles. Ellos me invitaban a utilizar el Centro como si fuera mi propia casa, comía con ellos. En su compañía me sentí amada, cuidada y segura.
Gradualmente, a medida que pasaba el tiempo profundicé más en las enseñanzas y me presentaron más y más información. Yo sólo comía alimentos preparados en el centro, había dejado de comer pescado por completo, dejé de beber, evitaba amigos que no eran BKs, estudié cada CD y cada libro que me dieron. El problema empezó cuando fui invitada a escuchar la Murli (clase) cada mañana. Simplemente comencé a tener muchísimas dudas y no obtenía todas las respuestas. Estoy segura que es obvio para alguien criada en un pueblo pesquero de Europa, encontrar difíciles de entender a los términos hindúes, pero de todos modos, acepté finalmente que tenía que esforzarme más, si realmente quería ser capaz de comprender la voz de Dios (nunca podría decir Baba).
A veces, Mike parecía a punto de perder la paciencia conmigo, no porque fuera una persona agresiva, sino, me parecía más un tema de frustración e impaciencia. Con el tiempo comencé a sentirme vulnerable, sumisa y acepté el hecho de que posiblemente era un poco estúpida o quizás demasiado impura para entender la filosofía BK. Finalmente fui invitada al Centro de Retiros de Oxford. Durante la hora del almuerzo, cuando sin darme cuenta que me acababa de sentar en la mesa que los hombres, me eché a llorar y no podía parar. Esto fue ignorado por todos. Yo sufría de depresión en esa etapa y parecía que la burbuja empezaba a romperse. Todas las cosas positivas, es decir, ser un alma, la conexión con Dios, viviendo una vida simple y sana, el envío de buenas vibraciones, etc., etc., parecía ser ahora insuficiente. Todo tomó un camino totalmente nuevo, donde me dijeron que yo era una persona especial, un ángel y que la destrucción del mundo era muy pronto.
Teniendo en cuenta que acababa de sufrir una separación y me resultaba bastante difícil aferrarme a la realidad de todos modos, necesitaba sentirme optimista sobre el futuro. Al menos, que valga la pena levantarse de la cama, este nuevo conocimiento fue realmente devastador, recuerdo haber llorado mucho durante ese tiempo y sentía muchísimo miedo. También estaba muy sola.
Una señora que era miembro desde hacia tiempo sugirió que nos reuniéramos un día en su casa, después 'Jane' me dijo que no era una buena decisión reunirse con ella porque estaba en una etapa diferente en el "conocimiento" y todo lo que tenía que decir podría ser perjudicial para mi “crecimiento”. Me sentí herida porque lo único que quería era un poco de compañía y yo empezaba a preguntarme si estas personas estaban tratando de apoderarse de mi vida - ahora mi elección de amigos incluso dentro de BK estaba siendo vigilada. También descubrí en ese momento que otra persona conocida llegó hasta el centro para ponerse en contacto conmigo, pero se le advirtió que se fuera y se le dijo: "déle espacio a Sarah". Otro miembro fue lo suficientemente valiente como para romper la brecha y nos reunimos para tomar un café, con una mirada constante por encima del hombro para comprobar que no estábamos siendo observados, y esta persona me pidió que no dijera a nadie en el centro que se había encontrado conmigo.
Por primera vez, realmente me pregunté si esto era tan bueno para mí, como yo esperaba. Ahora estaba frente a la posibilidad del divorcio, me sentía completamente sola. ¿Todo este sacrificio para estar más cerca de Dios?
Poco a poco mi marido y yo comenzamos a comunicarnos de una forma más abierta y sincera que antes, él quería entender realmente la necesidad espiritual en mí. Yo sabía que lo que yo tenía con él era algo a lo que no deseaba renunciar. Me aconsejaron que es mejor “servir” a toda la humanidad que a solo una persona. Tenía un “problema” con eso, de apego por supuesto.
De todos modos, porque no quería decepcionar a Mike, Jane y Sue y también porque todavía realmente creía en la mayor parte de las enseñanzas, sentí grandes beneficios durante la meditación y en gran parte de los cambios de estilo de vida, etc., decidí simplemente llevar una doble vida, durante la cual la inminente reconciliación con mi marido la mantuve en privado. He encontrado esto casi imposible, ya que parecía que Mike tenía trazado un camino para mí y empezó a sugerir que me convierta en profesora de Raja Yoga. También era consciente en ese momento de cómo dos nuevos adeptos, en particular, estaban siendo tratados de una manera que sólo puedo describir como “intimidación” y “manipulación”.
Más tarde me sorprendió la manera en que Mike empezó a hablar de Jane y Sue a sus espaldas y me pregunté si esas personas eran tan "puras" y "buenas". Entendí que de ninguna forma Dios espera que se trate a otra persona así. No creo que Dios les “enseñe” a estas personas a intimidar y a ser ridículamente sumisos tampoco. Basta con decir que dejé el departamento justo después de Navidad y volví a mi hogar con mi marido.”…
Esta información está publicada originalmente en inglés en www.brahmakumaris.info
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